viernes, 18 de septiembre de 2009

CUESTIÓN DE RESPETO, NO DE AUTORIDAD

He escuchado a mi madre contar como sus profesores la castigaban de rodillas en arenas ó, ante cualquier desavenencia, le pegaban un bofetón. Ahora, oigo historias de profesores maltratados por sus alumnos.

Hay quien piensa que la solución al problema es convertir al profesor en una especie de policía ó simplemente, volver a llamar de usted al maestro. Pero estos días ha saltado la noticia de que un padre ha agredido a la directora de un colegio del Ensanche de Vallecas y creo que este hecho muestra el meollo del conflicto.

Los padres (y no los alumnos) son los que quitan autoridad a los docentes y, por cierto, es obligación de los padres educar en valores a sus hijos (valores como el diálogo frente a la violencia).

Creo que la solución a este complicado problema reside en el respeto de los padres a la tarea educativa de los profesores, de los alumnos a sus padres y profesores y de los profesores hacia los alumnos. No es cuestión de autoridad, sino de respeto. La letra con sangre no entra.


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