Sigue haciendo estragos en nuestro barrio -aunque, gracias al cielo, ya
quedan lejos los años de
mala fama-. Y siguen la pelea desde
las instituciones, de
los vecinos, de
las madres. Este es un post de ánimo para
Milagros Hernández -y otras madres luchadoras-, deseando su mejoría, no sólo de las heridas del cuerpo, sino de las que menos se ven y más duelen.
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