La burbuja inmobiliaria explotó y lejos de darle en la cara a los más ricos (que sólo se quedaron "sin cash") lo que hizo fue empujar a las listas del paro a los de siempre.
Según un portal inmobiliario, la vivienda más cara de Madrid es un chalet en La Moraleja que cuesta 15 millones, y la más barata está en... ¡Portazgo! Un pisito de 47 metros cuadrados, con dos habitaciones, un baño, salón, cocina y patio comunitario al módico precio de de 68.000 euros.
Desde aquí nos sentimos orgullosos de tener los pisos más baratos, que la vivienda es un derecho, no un negocio. Y para celebrar esta diferencia, este video de El Intermedio:
1 comentario:
qué bueno! lo del perro Pelayo es una genialidad!!
Bss,
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